DEFORMACIÓN DE LAS ROCAS
.
La
deformación es un término general que se refiere a todos los cambios de tamaño,
forma, orientación o posición de una masa rocosa. La mayor parte de una
deformación de la corteza tiene lugar a lo largo de los márgenes de las placas.
Los movimientos de las placas y las interacciones a lo largo de los limites
de placas generan
las fuerzas tectónicas que
provocan la deformación de las unidades de rocas.
La
Fuerza
La
fuerza es lo que tiende a poner en movimiento los objetos estacionarios o a
modificar los movimientos de los cuerpos que se mueven. Para describir las
fuerzas que deforman las rocas, los geólogos estructurales utilizan el término esfuerzo, que es la cantidad de fuerza
aplicada sobre un área determinada. La magnitud del esfuerzo no
es simplemente una función de la cantidad de fuerza aplicada, sino que también
está relacionada con el área sobre la que la fuerza actúa. Por ejemplo, si una
persona anda descalza sobre una superficie dura, la fuerza (peso) de su cuerpo
se distribuye por todo el pie, de modo que el esfuerzo que actúa en cualquier
punto de su pie es pequeño. Sin embargo, si esa persona pisa una pequeña roca
puntiaguda, la concentración de esfuerzos en un punto de su pie será elevada.
Por tanto, puede pensarse en el esfuerzo como una medida de cuán concentrada
está la fuerza.
Tipos
de esfuerzo
Cuando se aplica un esfuerzo
en direcciones diferentes, se denomina esfuerzo diferencial. El esfuerzo diferencial
que acorta un cuerpo rocoso se conoce como esfuerzo compresivo . Los esfuerzos
compresivos asociados con las colisiones de las placas tienden a acortar y
engrosar la corteza terrestre plegándose, fluyendo o fracturándose .
Recordemos, de lo que hemos dicho de las rocas metamórficas, que el esfuerzo
compresivo se concentra más en los puntos en los que los granos minerales están
en contacto, provocando la migración de la materia mineral de las zonas de
esfuerzo elevado a las zonas de esfuerzo bajo Como consecuencia, los granos
minerales (y la unidad de roca) tienden a acortarse en dirección paralela al
plano del máximo esfuerzo y a alargarse en dirección perpendicular a la del
mayor esfuerzo.
Cuando el esfuerzo tiende a
alargar o a separar una unidad rocosa, se conoce como esfuerzo tensional. Donde
las placas se están separando (límites de placa divergentes), los esfuerzos
tensionales tienden a alargar los cuerpos rocosos situados en la corteza
superior mediante el desplazamiento a lo largo de las fallas. Por otro lado, en
profundidad el desplazamiento es consecuencia de un tipo de flujo plástico.
El esfuerzo diferencial
también puede hacer que la roca se cizalle . Un tipo de cizallamiento es
similar al deslizamiento que se produce entre los naipes de una baraja cuando
la parte superior se desplaza en relación a la inferior. En los entornos
próximos a la superficie, el cizallamiento suele producirse en superficies de
debilidad paralela y estrechamente espaciada, como los planos de estratificación, foliación y las microfallas.
Además, en los bordes de falla transformante, los esfuerzos de cizallamiento
producen desplazamientos a gran escala a lo largo de las principales zonas de
falla. Por el contrario a grandes profundidades, donde las temperaturas y las
presiones de confinamiento son elevadas, un flujo en estado sólido es el
responsable del cizallamiento.
Deformación
Quizá el tipo de deformación más fácil de
imaginar ocurre a lo largo de las superficies de las fallas pequeñas, donde el
esfuerzo diferencial hace que las rocas se muevan, unas en relación con las
otras, de tal manera que su tamaño y su forma originales se conservan. El
esfuerzo también puede provocar un cambio irreversible en la forma y el tamaño
del cuerpo rocoso, denominado deformación.
Cómo se deforman las rocas
Cuando
las rocas son sometidas a esfuerzos que superan su propia resistencia, empiezan
a deformarse, normalmente plegándose, fluyendo o fracturándose. Es fácil
hacerse una idea de cómo se quiebran las rocas, porque normalmente pensamos en
ellas como algo quebradizo. Pero ¿cómo pueden doblarse las grandes unidades
rocosas en pliegues complicados sin romperse durante el proceso? Para responder
a esta pregunta, los geólogos estructurales realizaron experimentos de
laboratorio en los que las rocas fueron sometidas a esfuerzos diferenciales
bajo condiciones que simulaban las existentes a diversas a diversas
profundidades debajo de la corteza . Aunque cada tipo de roca se deforma de una
manera algo diferente, a partir de esos experimentos se determinaron las
características generales de la deformación de las rocas.
Los
geólogos descubrieron que, cuando se aplica gradualmente un esfuerzo, las rocas
responden primero deformándose elásticamente. Los cambios resultantes de la
deformación elástica son recuperables; es decir, igual que ocurre con una cinta
de goma, la roca volverá prácticamente a su tamaño y forma originales cuando
cese el esfuerzo. (Como veremos en el siguiente capítulo, la energía para la
mayoría de los terremotos procede de la liberación de la energía elástica
almacenada cuando una roca vuelve a su forma original.) Una vez sobrepasado el
límite elástico (resistencia) de una roca, ésta fluye (deformación dúctil) o se
fractura (deformación frágil). Los factores que influyen en la resistencia de
una roca y, por tanto, en cómo ésta se va a deformar son la temperatura, la
presión de confinamiento, el tipo de roca, la disponibilidad de fluidos y el
tiempo.
Temperatura y presión de confinamiento
Las
rocas próximas a la superficie, donde las temperaturas y las presiones de
confinamiento son bajas, tienden a comportarse como un sólido frágil y se
fracturan cuando se supera su resistencia. Este tipo de deformación se llama deformación
frágil. De nuestra experiencia cotidiana, sabemos que los objetos de
vidrio, los lápices de madera, las bandejas de porcelana e incluso nuestros
huesos exhiben fractura frágil una vez se supera su resistencia. Por el contrario,
en la profundidad, donde las temperaturas y las presiones de confinamiento son
elevadas, las rocas exhiben un comportamiento dúctil.
La
deformación dúctil es un tipo de flujo en estado sólido
que produce un cambio en el tamaño y la forma de un objeto sin fracturarlo. Los
objetos normales que muestran un comportamiento dúctil son la arcilla de
modelar, la cera de las abejas, el caramelo y la mayoría de los metales. Por
ejemplo, una moneda de cobre colocada en el raíl de una vía se aplanará y deformará
(sin romperse) debido a la fuerza aplicada por un tren que pase por encima. La
deformación dúctil de una roca —fuertemente ayudada por una temperatura y una
presión de confinamiento elevadas— es algo parecida a la deformación de una
moneda aplanada por un tren. Una manera mediante la cual se produce este tipo
de flujo en estado sólido en el interior de una roca es mediante el
deslizamiento gradual y la recristalización a lo largo de planos de fragilidad
en el interior de la red cristalina de los granos minerales (véase Figura
8.5B). Esta forma microscópica de flujo gradual en estado sólido implica el
deslizamiento que altera la red cristalina y la inmediata recristalización que
repara la estructura. Las rocas que muestran signos de flujo dúctil normalmente
se deformaron a una gran profundidad y exhiben pliegues que dan la impresión de
que la resistencia de la roca era parecida a la de la masilla blanda.
Tipo de roca
Además
del ambiente físico, la composición mineral y la textura de las rocas influye mucho
en cómo éstas se van a deformar. Por ejemplo, las rocas cristalinas compuestas
por minerales con enlaces moleculares internos fuertes tienden a fracturarse.
Por el contrario, las rocas sedimentarias débilmente cementadas o las rocas
metamórficas que contienen zonas de debilidad como la foliación, son más
susceptibles de experimentar deformación dúctil. Entre las rocas débiles y, por
tanto, que más probablemente se comporten de una manera dúctil cuando se
someten a un esfuerzo diferencial, se cuentan la halita, el yeso y las lutitas,
mientras que la caliza, el esquisto y el mármol tienen una resistencia
intermedia. De hecho, la halita es tan débil que se deforma bajo pequeñas
cantidades de esfuerzo diferencial y asciende en forma de columnas a través de
los estratos de sedimentos que se extienden por el golfo de México y sus
alrededores. Quizás el sólido más débil que existe en la naturaleza y que
exhibe flujo dúctil a gran escala es el hielo glacial. Por comparación, el
granito y el basalto son resistentes y frágiles. En un entorno próximo a la
superficie, las rocas frágiles se fracturarán cuando sean sometidas a fuerzas
que excedan su resistencia. Es importante observar, sin embargo, que la
presencia de cantidades pequeñas de agua en las rocas favorece su deformación
dúctil.
Tiempo
Un factor clave que los investigadores son incapaces de duplicar en el laboratorio es cómo las rocas responden a pequeños esfuerzos aplicados durante largos intervalos de tiempo geológico. Sin embargo, en escenarios cotidianos pueden observarse los efectos del tiempo en la deformación. Por ejemplo, se sabe que los bancos de mármol se hunden por su propio peso después de un período de unos cien años aproximadamente y que las estanterías de madera pueden combarse después de cargarlas de libros durante un período relativamente corto de tiempo.
La dirección y el buzamiento
Se
define dirección de un estrato a la orientación geográfica de la línea
de intersección entre el estrato y un plano horizontal. Como es un angulo, se
mide en grados respecto al norte.
El
buzamiento es el ángulo que forma el estrato con el
pano horizontal. Se mide en grados, indicando siempre el sentido de la inclinación,
que es la dirección del espacio en la que se hunde
REFERENCIAS
1. 1. Un poco de todos .” La deformación de las rocas”. Recuperado el 17 de febrero del 2021 https://conunpocodetodosite.wordpress.com/la-deformacion-de-las-rocas/
2. 1. Ciencias de la tierra 8va edición TARBUCK. “Deformacion de la corteza”. Recuperado el 17 de febrero de 2021 TARBUCK-y-LUTGENS-Ciencias-de-la-Tierra-8va-ed.-1.pdf
Comentarios
Publicar un comentario